Si caminas solo irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos. Este proverbio chino refleja a la perfección la fuerza del equipo DAN en la Titan Desert 2018.
Ya ha pasado una semana desde que cruzamos la meta de la sexta y última etapa en Maadid. Lo habíamos conseguido, éramos finishers de la que muchos consideran la carrera de BTT más dura del mundo –en su edición más extrema, debido a las etapas de alta montaña incluidas este año–.
El significado de este logro tiene, al menos desde mi punto de vista, varias lecturas. En primer lugar, y desde un plano personal, he de decir que para alguien como yo (Juan Larrakoetxea) —deportista de dilatada trayectoria y feroz preparación, pero poco familiarizado con las dos ruedas —, esta gesta se sostiene gracias al apoyo, consejos y fuerza que me transmitieron Juanma Elices (Divisadero), Iván García Magán, Ana Cortés (ambos de Ymedia) y Jesús García (MKTG), mis compañeros y amigos del equipo Dentsu Aegis Network. Puedo asegurar y aseguro sin ambages que los pedales de mi Orbea no los movían solo un par de piernas. ¡Gracias!
Juan Porcar, el creador de esta prueba única, dijo el último día que un profesor universitario participante en la prueba le comentó que tener una Titan debería figurar en los CVs de aquellos profesionales que atesoren dicho mérito. Decía que en vistas de la excelsa preparación académica de las nuevas generaciones, ser finisher de una carrera de estas características adquiría un significado especial. Lo suscribo hasta la última letra.
Valores que marcan la diferencia
Actitud, compañerismo, tesón, perseverancia, fuerza de voluntad, generosidad, capacidad de sufrimiento, humor, empatía…Calificativos todos ellos indispensables en una empresa, ¿no crees? Siempre he pensado que muchos valores del deporte (sobre todo del deporte en equipo) deberían ser la base de una buena cultura de empresa. Después de la Titan Desert 2018 me reafirmo más si cabe en mi convicción. ¿La buena noticia? En Dentsu Aegis Network (DAN) lo saben y lo promueven.
Lo cierto es que formar parte de esta increíble experiencia nos convierte en auténticos privilegiados. Según pase el tiempo seremos más conscientes de ello. De lo que no cabe duda es de que iniciativas corporativas como esta suman, y mucho, en la construcción de unos valores que hacen que DAN y las empresas que lo componen crezcan cada día.
Y volviendo a las dunas, no quiero dejar pasar la oportunidad de recalcar lo importante que puede ser una sonrisa, una broma o un comentario positivo cuando las cosas se tuercen. La fuerza del grupo radica en la determinación de todos sus miembros en pos de un objetivo común. Esa determinación es capaz de superar todo tipo de barreras. Calor, viento en contra, caídas, averías mecánicas, «pájaras»…lo podíamos superar todo porque éramos un equipo unido y con actitud. La energía positiva se contagia… ¡y sus efectos son impredecibles!
Por último, quiero acabar este post animando a todo aquel que pueda a prepararse para tener la ocasión de vivir una aventura de las dimensiones de la Titan Desert. Os cambiará la forma de afrontar la vida. Solo hacen falta ganas y determinación, el resto lo pondrá el desierto. Os aseguro que os llevaréis un tesoro para toda la vida.
New Business Director. Buscador de retos vitales y de oportunidades de negocio en el apasionante ecosistema de la economía digital.