Navegadores y anunciantes, ante el fin de la era de las cookies

Google se ha quedado sólo en la batalla de las cookies. Una isla entre el resto de navegadores. Eso sí, una isla enorme. El navegador preferido por más del 60% de los usuarios del planeta es el único que aún no incorpora la posibilidad de bloquear las cookies de terceras partes de forma predeterminada. El resto de plataformas ya se han decantado por favorecer la privacidad del usuario.

Tras los pasos dados por Apple –Safari fue el primer navegador en incorporar el Intelliget Tracking Prevention en 2017–, los acontecimientos se han ido sucediendo. De hecho, la última edición del navegador de la manzana ha lanzado la versión 2.1 de ITP poniendo limitaciones a la creación de las cookies desde el navegador.

A este movimiento, que pone en jaque la capacidad de anunciantes y propietarios de sitios web para hacer un seguimiento constante de los usuarios a través de distintos dominios, se han unido recientemente Firefox –versión 67.0.1 con Enhanced Tracking Protection y Microsoft. Esta última ha lanzado una versión de Edge basada en Chromium que, aunque todavía se encuentra en fase de pruebas, también permitirá a los usuarios bloquear su rastro en la red.

Política de cookies de los principales navegadores utilizados por los usuarios.

¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE PARA USUARIOS Y ANUNCIANTES?

Esta batalla no sólo afectará a la analítica, sino también a todos los tipos de campañas publicitarias. Las medidas de protección incorporadas por los diferentes navegadores apuntan directamente a Facebook y Google –claros dominadores del panorama publicitario–  y supondrán una barrera para las campañas de remarketing.

En el caso de Safari, el cambio más relevante introducido en ITP 2.1. se refiere a las medidas implementadas en relación a las cookies de origen. La última versión de Safari obviará la fecha de caducidad establecida –de 30 días a dos años– eliminando las cookies al cabo de 7 días de inactividad.

El navegador de Apple ya no sólo bloquea a los canales de publicidad que confían en el seguimiento entre sitios para crear perfiles de audiencia. Ahora, además, bloquea las cookies establecidas en document.cookie para impedir la recopilación de información en subdominios diferentes a los configurados previamente.

En este enfoque, un sitio web de anuncios no podrá rastrear a los usuarios mediante las cookies, y tampoco tendrá la opción de incorporar identificadores amplios y únicos a los enlaces web. Se exigirán los enlaces de primera parte y por lo tanto los datos recopilados dependerán únicamente del sitio web que visite el usuario. No funcionarán ni mediante códigos agregados ni a través de los iframes de la web mostrados por terceros.

TURNO PARA FACEBOOK Y GOOGLE

La deriva tomada por Apple y secundada por Firefox y Microsoft ya ha puesto en alerta a Google, y también a Facebook. La compañía de Mark Zuckerberg ha comenzado a reutilizar las cookies de origen para añadir información a sus audiencias. Sin embargo, incluso limitando los píxeles de estos proveedores para que se activen solo en un subdominio específico, podrían llegar a acceder a las cookies en nombre de dominios superiores.

Por su parte, Google ya está preparando un panel de control para Chrome. La intención es permitir a los usuarios conocer qué cookies están rastreándoles por Internet y darles la posibilidad de evitar el seguimiento. Sin embargo, dicho avance en la privacidad no afectaría a las cookies de su propio navegador. Estas se mantendrían activas, con lo que eso podría conllevar en términos de competencia y monopolio.

¿Será este el fin definitivo de la era de las cookies? En el Blog de Mediasal seguiremos la evolución de esta ‘guerra’ de cookies y os contaremos cualquier novedad al respecto.

[Actualización Enero 2020]

A principios de año, Google anunció que también eliminará las cookies en Chrome. No obstante, será un proceso a largo plazo. La compañía no acometerá esta reforma de manera inmediata y se da un plazo de dos años para buscar una alternativa real al sistema actual –las primeras informaciones apuntan a la herramienta Privacy SandBox–. Por el momento, lo que sí pondrán en marcha son algunas técnicas para limitar el seguimiento de sitios cruzados en base a las nuevas reglas de SameSite, lo que significa que exigirá que las cookies etiquetadas para uso de terceros sólo estén accesibles a través de una conexión HTTPS.

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